Hace muchos, muchísimos años, no había ni ríos ni lagos en la tierra, solamente existía el Mar

Y siguió escuchando tranquilamente las canciones de las hadas.- ¡Muchas gracias Majestad! – contestaron felizmente los Cuatro Dragones.Pero pasaron diez días y todavía no había caído una gota de agua sobre la Tierra. La gente pasaba hambre. Comían cortezas de árbol o raíces de plantas y cuando esto se acabó, comieron incluso arcilla.Viendo esto, los Cuatro Dragones se sintieron muy mal y se dieron cuenta que el Emperador Jade sólo se preocupaba de pasárselo bien, sin tomar en serio los problemas de la gente. Sólo podían confiar en ellos mismos para ayudar a la gente de la Tierra. Pero, ¿cómo iban a hacerlo?Mirando hacia el mar, el Dragón Negro dijo que había tenido una gran idea.- ¿Qué es? Vamos, rápido, ¡cuéntanoslo! – gritaron los otros tres Dragones.- Mirad, ¿no veis que hay muchísima agua en el mar en el que vivimos? ¡Podríamos llenar nuestras bocas de agua y luego rociarla sobre la Tierra! ¡Sería como la lluvia!- explicó el Dragón Negro.- Es una idea fantástica – dijo el Dragón Amarillo.- Los campos se regarán y la gente podrá recoger las cosechas y no morirá de hambre! ¡Vamos, no hay tiempo que perder!- Esperad un momento- dijo el Dragón Perla muy pensativo.- ¿Qué ocurre ahora? ¿No ves que tenemos prisa? – contestó el Dragón Largo.
– ¡La gente de la Tierra está esperando la lluvia!- ¿No habéis pensado que el Emperador Jade nos castigará si se da cuenta?- A mi no me importa- contestó el Dragón Largo con determinación. –Haría lo que fuera para ayudar a esa gente.- ¡Pues a mi tampoco me importa! – contestó el Dragón Perla.El Dragón Amarillo y el Negro se miraron y dijeron a la vez: - ¡A nosotros tampoco!- Entonces, ¡manos a la obra! ¡Pase lo que pase, nunca nos arrepentiremos de esto!- exclamó el Dragón Negro.Así que volaron hacia el mar. Abrieron bien sus bocas y las llenaron de agua. Volvieron a alzar el vuelo y revolotearon por el cielo, produciendo viento. Sus alas taparon el sol y la gente miró al cielo creyendo que de verdad se avecinaba una gran tormenta. Entonces los cuatro Dragones empezaron a pulverizar el agua sobre la tierra.Cuando habían vaciado sus bocas, volvían a llenarlas en el mar y subían al cielo otra vez. Y así lo hicieron una vez y otra, hasta que había caído una buena lluvia sobre la Tierra.La gente salió de sus casas mirando hacia el cielo y gritando con alegría: - ¡Está lloviendo, está lloviendo! ¡Salvaremos la cosecha!El agua cayó sobre la Tierra y los campos reverdecieron. La gente cantaba para agradecer al Dios del Cielo la lluvia y los niños bailaban y saltaban sobre los charcos de agua.Cuando el Emperador Jade se dio cuenta que estaba lloviendo se puso furioso. ¿Cómo se habían atrevido a llevar lluvia a la Tierra sin su permiso? Ordenó que sus soldados fueran a buscar a los Cuatro Dragones y los trajeran ante él. Estaba dispuesto a castigarlos muy duramente por haberlo desobedecido.Cuando los Dragones estuvieron en el Palacio Celestial, el Emperador Jade llamó al Dios de la Montaña y le ordenó que trajera cuatro montañas para encerrar a los Cuatro Dragones. El Dios de la Montaña trajo volando cuatro montañas y las colocó sobre los cuatro Dragones, que quedaron atrapados sin poder moverse.Aún así, los Cuatro Dragones nunca se arrepintieron de lo que habían hecho, porque habían ayudado a gente que lo necesitaba.Convencidos de querer hacer siempre buenas acciones para ayudar a los hombres, los Cuatro Dragones se convirtieron en cuatro ríos, que fluyeron a lo largo de altas montañas y profundos valles, cruzando la tierra y ofreciendo su agua a las gentes, para llegar finalmente al mar.
Y de esta manera se formaron los cuatro grandes ríos de China:
Heilongjian (el Dragón Negro) al norte
Huang He (el Dragón Amarillo) en el centro
Changjiang (Iang-Tsé o río Largo) al sur
Xi Jiang (Perla) en el lejano sur
3 comentarios:
Cuán fuerte se siente uno cuando sigue sus convicciones, que siente que hasta a las montañas puede vencer..
Muy lindo el cuento! =)
Muy linda la historia, es muy interesante.
Muy interesante y entretenida la historia de los dragones
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